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Ubicada en la parte sur de la ciudad de Maastricht, la denominada colina de San Pietesberg es uno de los sitios más interesantes para ver en esta zona de Bélgica que se encuentra anexada a Alemania a través del río Mosa. Su antigua fortaleza, rodeada de cuevas construidas en la zona, escenifican un paraje bellísimo, con una temperatura promedio en el año de 10º C, perfecta para los visitantes.

Una de las curiosidades sobre este sitio, además, es que se trata de un paraje casi exclusivo de hibernación de murciélagos, quienes por lo general prefieren alejarse de las personas en esa época del año. Pero allí, aprovechan las excavaciones que se realizaban para construir casas, formadas de marga.

Hay que destacar además la importante historia que se esconde detrás de este sitio considerando que incluso muchas de las cuevas fueron utilizadas como escondites durante la Segunda Guerra Mundial. Posteriormente, además, la marga fue utilizada por la compañía cementera local con sumo éxito.

Con el tiempo, y en momentos de la extracción de minerales a gran escala en la zona, se construyó allí también una colina aunque artificial, la cual fue llamada “D’n Observant”, y los pocos años, se encontraron en el lugar varios restos fósiles, entre ellos, uno de un Mosasauro. Por eso es que actualmente se utiliza el nombre de la ciudad para calificar al último periodo del Cretácico, el Mastrichtiano.

Vía: Ser Viajero
Imagen: AC Pasión

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