El Castillo de los Condes de Gante, también conocido como Gravensteen, palabra alemana que designa la sede del condado. Casi todos los condes que habitaron en el pasado de Flandes, se preocuparon de ir edificando castillos que le fueras útiles para alojar cuando fuera necesario, ya que ellos se lo pasaban viajando siempre entre todas las ciudades a fin de mantener el orden en sus territorios.

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El Castillo de Gante ha permanecido intacto durante siglos, lo que nos habla de una infraestructura fuerte, que obviamente protegió con certeza a los condes durante sus a veces largas estadías en el. Según se ha ido descubriendo, en el actual emplazamiento actual del castillo se construyeron tres fortalezas anteriores en madera. Se cree que la primera parte del castillo fue levantada en el año 1.000.

Este castillo fue construido por el Conde de Flandes, Felipe de Alsacia. La parte más importante del castillo es sin duda su torre principal, que permite observar desde lo más alto toda la ciudad de Gante. Subir la torre es una de las partes más emocionantes de la visita al castillo. Al lado del castillo se encuentra Veerleplein, donde se ejecutaban públicamente a los condenados.

Como ha pasado con otras grandes construcciones, Gravensteen ha sido usado como cárcel, como almacén y planta de algodón en diferentes épocas. Tal como en la época feudal, en el patio interior habitaban los trabajadores textiles de la planta.

El castillo puede ser visitado en cualquier época del año, y en sus habitaciones cautiva un curioso museo que habla de la vida carcelaria, donde se exhiben numerosos instrumentos de tortura.

Foto: flickr

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