31.jpg

Francia aceptó la derrota en Waterloo y su fin de 23 años de guerra que comienza con la Revolución francesa, las guerras en 1792 y continuando con las guerras napoleónicas de 1803.

Hubo un breve respiro once meses cuando Napoleón se vio obligado a abdicar, exiliado en la isla de Elba.

Sin embargo, la impopularidad de Luis XVIII y la inestabilidad económica y social de Francia le motivó a regresar a París en marzo de 1815.

Los Aliados que antes le declararon la guerra, lo hicieron una vez más.

La derrota definitiva de Napoleón en Waterloo marcó el final de la ambición final del Emperador por el poder, llamado «los 100 días», y fue la recta final de su notable carrera.

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el permalink.