Los países integrantes de la Unión Europea se manifestaron recientemente a favor de diversificar las fuentes de energía, para reducir la dependencia energética que se tiene con países del exterior.
Casi todos los países miembros coinciden en que se deben reforzar las conexiones con el exterior y entre los mismos países, como parte de la solidaridad.
España y Bélgica han considerado que se debe financiar con fondos públicos ya que si no será muy difícil que muchas empresas puedan realizar innovaciones pertinentes.
Bélgica defendió la aplicación de un impuesto de valor agregado a los productos que de una u otra manera favorecen los productos eficientes en materia energética.
El Banco Europeo de Inversiones aseguró que apoya las propuestas de la Comunidad Europea y que aumentará de 8 mil millones a 12 mil millones las inversiones, siendo prioritarios la energía solar y eólica.
Bélgica quiere ser pionero en la implementación de energía renovable y del manejo eficiente de los recursos energéticos que produce el país y la comunidad.