En Bélgica hay una estatua, un monumento dedicado a Ambiorix, quien fuera líder de los Eburones, una tribu belga. Su tribu fue aniquilada completamente cuando se le ocurrió enfrentar a una de las legiones de Julio Cesar.

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Julio Cesar, en el año 57 A.C., invadió el país de los ríos Mosa y Escalda. A medida que avanzaba en el ataque, sacaba cuentas de los caídos y de los que eran susceptibles de ser vendidos como esclavos, y ahí supo que unos 60.000 Nervian fueron asesinados por sus hombres, mientras unos 53.000 Atatuci fueron vendidos como esclavos.

Fue esta demostración de fuerza la que marca el inicio de la ocupación romana en el Valle de la Mosa, el cual duro más de cuatro siglos y medio. Lo primero que hicieron los romanos fue cortar los lazos políticos que existían desde antaño. Pero durante un verano en Gran Bretaña fue que las tribus belgas comenzaron a planear una rebelión, como resultado de las malas cosechas. El momento de ataque no podría haber sido elegido de mejor manera, justo cuando Cesar se encontraba de visita en Gallia Cisalpina, en el norte de Italia.

Esta rebelión fue descrita por el historiador griego Cassius Dio como una guerra que fue iniciada por lo Eburones, con Ambiorix como jefe, quien planeo una emboscada malévola y cruel, aprovechando la confianza que generaba en los romanos, sobre todo porque Ambiorix debía favores de Cesar, entonces, pensaban que todo lo que dijera seria de alguna forma, una manera de tratar de retribuir los favores que le habían concedido.

Foto: flickr

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