El Rey Alberto II de Bélgica ha ganado un día más para decidir cómo enfrentar la crisis política del país.
El Rey tenía previsto reunirse el lunes con Johan Vande Lanotte, quién la semana pasada pidió ser relevado de su esfuerzo como mediador luego que sus propuestas hayan sido rechazadas por los partidos de habla neerlandesa de Bélgica, mientras que las otra cinco partes involucradas en las conversaciones de coalición, tres francesas y dos de habla holandesa, han aceptado.
Los políticos belgas están discutiendo sobre la puesta en marcha de su estado federal, representantes de Flandes, de habla holandesa, que exigen mayor autonomía, a fin de reducir al mínimo los subsidios a los más pobres.
Con el estancamiento en los acuerdos, y la falta de un gobierno durante ya 211 días, aumentan los temores que los partidos flamencos y valona diluyan al país. La crisis política ha generado también un alto nerviosismo en el mercado sobre la sostenibilidad de las finanzas de Bélgica, con una deuda pública que estará en el 100% del PIB este año.
En un intento por tranquilizar a los inversores, el Rey dijo en un comunicado que pidió aprobar un presupuesto más estricto para el 2011, a fin de no sobrepasar la cifra de 4,1% de déficit acordado con la UE.
El monarca trasladó las tasas de interés de los bonos del Estado a 10 años, llegando a 4,23%, lo que representa una prima de 1,4% sobre los bonos de referencia alemán. El spread de riesgo de los bonos belgas alcanzaron con esto, su más alto nivel de riesgo desde que se introdujera el euro en 1999. Mientras tanto, crecen los temores de una crisis de la eurozona, alimentados por los rumores de un inminente rescate a Portugal.
Por lo visto, ir a Bélgica en este minuto no es lo más apropiado, ya que en cualquier momento estalla una crisis política y económica mayor, aunque hay que esperar a mañana.
Vía: monstersandcritics, Foto: (Erjkprunczyc) flickr