La gastronomía de Bélgica es una de las más espectaculares de toda Europa, ya que combina un poco de cada uno de los países que han vertido su cultura allí. Entre todos los productos que podemos destacar, uno de los más admirados por residentes y turistas, es sin dudas la Mattentaart, un pequeño pastel, generalmente de ocho a diez centímetros de longitud, que se prepara a base de hojaldre, huevos, leche, azúcar y aroma de almendras.
Hay que destacar en primer término que aunque se trata de una receta que se produce en todo el país, sin dudas el sitio que lo posee como referencia es la ciudad flamenca de Geraardsbergen, donde existen un sinfín de casas de comida que poseen sus propias variaciones , las que atraen a los turistas durante todo el año.
La historia de este producto también es muy particular, ya que en un principio el estado belga reconoció la tarta como producto regional, pero en febrero de 2007, luego de un análisis de cuatro años, recién la Comunidad Europea reconoció el producto como típico. Es por eso que ahora la tarta cuenta con una protección legal, ya que se le considera el primer elemento gastronómico regional flamenco.
Es por eso que, al regularse las zonas donde puede ser elaborado, en otras partes de Bélgica, esta comida puede ser encontrada con distintos nombres. En estos casos, el único ingrediente que suele variar la leche entera, que no proviene de las granjas de la región definida.
Además, vale la pena mencionar que en cada uno de los primeros días domingos de agosto, la población de Geraardsbergen celebra el “Día de la Mattentaart”. Durante este evento excepcional, los artesanos y los fabricantes cuecen pasteles durante todo el día en el mercado local.
Vía: European Cuisines
Imagen: Asajikan