La Iglesia de San Pedro de Lovaina, situada sobre la principal plaza del mercado de la ciudad, llamada “Grote Markt”, cerca del Ayuntamiento local, es una de las construcciones religiosas más importantes de Bélgica. Levantada en el siglo XV, cuenta con un marcado estilo gótico brabanzón, y posee una clásica forma de cruz latina, con un bajo campanario que curiosamente nunca fue terminado.
Además, se trata de uno de los pocos templos en el mundo que posee el título de Iglesia Magistral, lo que suponía que todos sus canónigos debían ser doctores en teología, algo que comparte con la Catedral de los Santos Niños Justo y Pastor de Alcalá de Henares, España.
La fundación de esta Catedral se produjo sobre una mucho más pequeña realizada en madera, de la que sólo queda en pie parte de la cripta, por debajo de la cancela de la iglesia actual. Las obras para terminar el edificio actual llevaron más de medio siglo, terminando las mismas cerca del año 1500, aunque durante los siguientes se continuaron realizando modificaciones en la estructura, aunque ninguna demasiado significativa.
Una de las características de esta Iglesia es que en ambas Guerras Mundiales resultó muy dañada, ya que en 1914 un fuego derrumbó el tejado y en 1944 una bomba destruyó parte del lado norte de la misma. Más allá de esto, el contenido sigue siendo impresionante en lo que a obras de artes respecta, ya que parte del espacio, el que nuclea la cancela y la girola, fueron de hecho transformados en un pequeño museo en 1998, al que suelen acudir turistas de todo el mundo.
Vía: Viaje Universal
Imagen: Dónde Viajar