En el diario Le Soir se publicó un informe que vino a complementar uno de radio, donde se decía que las ventas de cigarrillos saltaron en un 19% durante los primeros 9 meses del año.

Los belgas negaron los informes sobre el incremento en la venta de tabaco y sus descuentos, que buscan atraer a fumadores de Gran Bretaña y Francia.

Según el informe, en donde más aumentó el negocio del tabaco, es en las estaciones de servicio que están cerca de la frontera franco-belga, donde algunos propietarios dijeron que las ventas de tabaco fueron superando las ventas de gasolina.

Esta tendencia tal vez refleja la situación mental de los belgas, que hoy viven con más angustia que antes, y encuentran en el cigarrillo una salida barata a sus problemas, aunque se avive la tendencia a padecer cáncer. Parece ser que las drogas por sí mismas, ejercen una atracción tan poderosas que a los que las consumen, no les importa ya preservar su salud.

En Bélgica los cigarrillos son además, más baratos que en cualquier otro país de Europa, y aún así, las autoridades esperan que las ventas bajen en los próximos 12 meses. A pesar de que los precios de las cajetillas, si las comparamos entre Bélgica y otros países de Europa, son mucho más baratas, las autoridades insisten en que las grandes diferencias de precios se explican porque en Bélgica viene un cigarrillo menos que en las cajetillas de 20 que se venden den el resto de Europa. ¿Creerán las autoridades que toda la gente es tan tonta como para creer eso?.

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