Peter Paul Rubens fue uno de los más grandes artistas de la historia de Bélgica, y hoy, los turistas que recorren este país, y más particularmente la ciudad de Amberes, tienen la posibilidad de disfrutar de la casa donde vivió por casi tres décadas, para interiorizarse acerca de su obra, en lo que se ha convertido en uno de los museos más visitados de toda esta parte de Europa.
La antigua casa del pintor, que el mismo se encargó de arreglar gracias a sus conocimientos de arquitectura tras haberse casado con su esposa Isabella Brant en 1609, posee un estilo sumamente similar al que ofrecen las villas italianas que había visitado en la década anterior, durante su estancia en aquel país.
Desde ese momento y hasta entonces, la casa se divide en dos partes bien marcadas. La primera, a la izquierda, tiene una tendencia flamenca, y representa cada uno de los salones privados de la hacienda. Mientras tanto, la planta baja presenta la galería de arte, que es conocida bajo el nombre de “Kunstkammer”.
Una vez producida la muerte del pintor, su viuda de entonces, Helena Fourment, habilitó el palacio para ser visitado, pero cinco años más tarde se lo arrendó a Sir William Cavendish, hombre cercano al Rey Carlos I de Inglaterra. Ya en 1660, sus descendientes vendieron la casa, que pasaría por varios propietarios.
Más allá de décadas en las que la casa permaneció en ruinas, fue reabierta luego de ser remodelada en 1946, conservándose de la época original el pabellón del jardín y el pórtico barroco.
Vía: Erasmus en Flandes
Imagen: Trip Advisor