Esta semana, salieron a la luz los resultados de un estudio que fue encargado por el banco HSBC, el cual consistía en encuestar a los expatriados que viven repartidos alrededor del mundo.
Los resultados de esta encuesta para Bélgica, no fueron muy alentadores. Bélgica, por ejemplo, tuvo un pobre desempeño en la encuesta que evaluó la facilidad con que los trabajadores expatriados encuentran nuevos amigos.
Según una residente desde hace 29 años en Bélgica, luego de haber trabajado 29 años como traductor en el Consejo de la UE, y aunque le encanta Bruselas y tiene muchos amigos que hablan inglés, siente que hay algo que le impide ser aceptada por los belgas, a pesar que su francés es excelente y ha estudiado 2 años en Holanda. Los encuentros con los belgas han sido de un nivel superficial, normalmente en los grupos de teatro y coros, y de todo el tiempo que lleva en el país, sólo ha sido invitada dos veces a la casa de un belga.
Algo curioso para nosotros que leemos, es que esta chica dice que la única forma de ser integrada en Bélgica, es casándose con un belga. Aún así, ella vive bien en Bélgica, porque Londres es más caro y en donde está, puede contar con más servicios que los que tendría en Londres.
Según un expatriado británico, que ha vivido y trabajado en todo el mundo, ha vivido dos años en Flandes y aún así, no consiguió hacer amigos flamencos, sólo conocidos. Al parecer, no tienen nada en común.
Hay versiones diferentes a estas en todo caso, así como quienes afirman que los belgas no hablan muy bien el inglés, aunque tampoco tendrían por qué hacerlo, si después de todo, son los que llegan al país los que tienen que apreciar las costumbres locales.
Vía/ Deredactie, Foto/ (RaidersLight) flickr