Un busto del rey Alberto II en la ciudad belga de Ostende apareció hoy pintado de rojo por un grupo que protesta contra el aumento de la dotación económica de la Casa Real, que supera el incremento de los salarios. El grupo envió un comunicado en el que ataca «la sangría» que supone la monarquía mientras «uno de cada siete niños vive bajo el nivel de pobreza y tantos belgas padecen la crisis», informó la agencia Belga.
La cuestión de la asignación económica de la Casa Real de Bélgica resurgió ayer, justo en la celebración del «Día del Rey», cuando un periódico flamenco publicó que la dotación de la familia real aumentará un 6% en 2009, el doble que los salarios de los trabajadores, hasta llegar a 13,85 millones de euros.
Durante 2008, la dotación de la Casa Real subió un 5,3%, mientras que los trabajadores recibieron un incremento del 3,24%, según recordó ese periódico, «Het Laatse Nieuws».
La diferencia se debe a que el aumento de la asignación al rey Alberto y sus familiares se calcula en función del incremento de la inflación, mientras que los salarios de los demás belgas suben en función del índice de precios del sector salud.
Varios partidos y dirigentes políticos dijeron ayer que propondrían en el Parlamento una revisión de las cantidades que reciben los distintos miembros de la familiar real, así como del sistema de revisión.