Conocida en neerlandés como la “Onze Lieve Vrouwekathedraal”, que significaría literalmente “Catedral de Nuestra Señora”, esta Basílica dedicada a la Virgen María fue construida en un marcado estilo gótico, siendo una de las más conocidas y visitadas de Bélgica hasta hoy en día, tanto por turistas que acuden a ella por religión, como los que lo hacen por ser amantes de su historia y los elementos culturales que contiene.
En primer término se debe mencionar además que la Catedral de Nuestra Señora es la más grande de toda Bélgica y una de las más importantes iglesias góticas de toda Europa, formando parte además del circuito de los principales monumentos religiosos de Amberes, y de la la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 1999.
Las obras para terminar este precioso recinto se extendieron entre los años 1352 a 1521, gracias a la intervención de los arquitectos Jan y Pieter Appelmans, y es considerada por los especialistas como una de las cimas del arte gótico brabanzón. Su torre más alta, con 123 metros, es una de las claves para entender por qué también constituye un símbolo de Amberes.
Desde 1965, por otro lado, se la restaura todos los años para cuidar entre otras cosas las obras significativas del pintor barroco Peter Paul Rubens, así como de otros pintores como Otto van Veen, Jacob de Backer y Marten de Vos. Entre sus estructuras internas, finalmente, sobresale la denominada “Elevación de la Cruz”, una tabla diseñada por el propio Rubens para el altar mayor de la antigua iglesia de Santa Walburga, y trasladada a la catedral en 1816.
Vía: Viaje Universal
Imagen: Amberes