Bruselas no sólo es la capital de Bélgica, sino también la capital de la gastronomía. Aquí, el arte del buen comer es parte de la vida diaria.
A los belgas les gusta pasear por las tablas de ámbitos bien conocidas como Place Sainte Catherine, muy conocida por el mercado del pescado. Este es el lugar donde se ponen de fiesta los mejillones y las ostras de Zelande, las langostas de diversos países, los peces locales como el lenguado y el rodaballo.
La zona del Sablon es famosa por sus tarifas. El lugar cuenta con tiendas de antigüedades, así como numerosos cafés, tabernas, bares y restaurantes elegantes, un buen lugar para encontrar hoteles en Bruselas cerca y disfrutar de todo ello.
La comida es tradicional, es decir, internacional. A pocos pasos del Gran Mercado está el popular Ilot Sagrado, una zona repleta de restaurantes que sirve comida belga e internacional.
El Gran Mercado se ubica en el corazón del casco viejo de la ciudad. Las calles de esta zona está repleta de obras arquitectónicas de tipo gótico, de hecho es una de las zonas más bellas que pueden llegar a conocer. Cada sábado se reúne un conjunto de comerciantes a vender flores en el mercado de las flores por estos lados.
La plaza es el centro financiero del país, donde predomina la arquitectura neoclásica y la decoración barroca, aunque a ratos pareciera ser todo muy excesivo, pero está bien, ya que en esa época todo era exagerado, el barroco en general, era una época de riquezas rimbombantes y ostentación extrema por parte de los ricos, por lo que no es de extrañar que estas obras mantengan ese aire ornamental exagerado.
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