Continuando con la selección de los mejores bares de Amberes, encontramos el Black Pearl, un club original reconvertido, aunque cuesta un poco encontrarlo, pero vale la pena el esfuerzo según los que han ido. En el interior de este club encontrarán un espacio atractivo lleno de esculturas de madera clara que combinan perfectamente con las paredes negras, a pesar que ese color le resta amplitud al espacio, pero en la noche, da igual.
La multitud que llega al club son en su mayoría fashionistas y amantes de la música jazz. Los cocteles están a tono con el sentimiento decadente que causa el lugar a ratos, aunque a también a ratos es algo frio y a otros mas cálido.
El Brasserie Nacional desde afuera parece bien austero, con piedra gris, una puerta con un arco solemne, pero por dentro todo es muy fino y estilizado, cosa esperable de un bar que se encuentra al lado del museo de la ciudad de la moda. Los diseñadores usaron una plantilla de brasserie y lo adaptaron para los gustos modernos.
Este lugar sirve comida y tiene a disposición un elegante bar de madera, con botellas ubicadas contra los espejos, y revistero que exhibe revistas de moda como Vogue mientras se toman un aperitivo. El sitio es simple pero confortable, con líneas amplias que dominan todo. El ambiente es grande y bien presentado, la comida también tiene una buena presentación.
El Café d´Anvers tiene café y croissants para sus visitantes. Este no es el club más importante de la ciudad, sino del país, porque el d´Anvers es todo un símbolo. Este es un local caro, pero aquí se paga por beber finas bebidas servidas en el bar, bebidas que van desde la cerveza de Flandes a los Margaritas. Cada noche llegan aquí por lo menos unas 800 personas, el fin de semana, mucho más, así que imagínense.
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