Bruselas recibe mala prensa, es cierto, pero no tienen por qué creer todo lo que dicen, ya que no hay otra ciudad de Europa con mejores restaurantes, con esa arquitectura notable y las cerveza más fina, elaborada en la misma capital de Europa.
Bruselas es una especie de París humilde, por los edificios góticos de la Grand Palace, los barrotes de la Bolsa, las tiendas y los cafés de Sablon.
Aquí viven los mejores jóvenes diseñadores de moda europeos, algunos pertenecientes a grandes bandas, y hay además, docenas de restaurantes con estrellas Michelin, que esperan al visitante todos los fines de semana. En la Place St Gery encontrarán varios bares de estilo.
El bar más moderno que hay hoy en Bélgica, y es un clásico, queda cerca de la Bourse, exhibiendo una gran puerta que más bien parece de un banco. Hay adentro, una sala de estilo Art Deco, con techos altos, balcones de media luna, pilares en el techo, un piano bar y un público compuesto por profesionales dedicados al arte y la literatura. El personal del bar ya sabe el gusto de cada uno de sus clientes, y programan la mejor música. Este bar es también muy conocido por sus sesiones de jazz.
Si es por criticar la parte mala, este bar tiene el problema del humo, pero quienes lo soporten porque fuman no estarán mal. Hay quienes dicen que este bar se equipara al Café Belga. Acerca del servicio, a pesar que los camareros tratan de esmerarse por dar lo mejor de sí, hay muchos que se van con un gusto amargo, ya que no fueron bien atendidos. Creo que esto se debe a que sucede aquí lo que suele pasar en todas partes, que se atiende bien sólo al público que se repite y que goza de cierto prestigio allí.
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